La primera fiesta, se celebró en la localidad de Armstrong y la restante, en Las Rosas, ambas en la provincia de Santa Fe.
Fiesta en un cementerio y en una fábrica de ataúdes
Dos localidades de Santa Fe, ambas del departamento Belgrano, fueron escenarios cada una de una fiesta clandestinas insólita en las vísperas de Halloween.
En Armstrong, unos 100 jóvenes se reunieron en el cementerio local y lo convirtieron en un verdadero boliche al aire libre.
La celebración fue desarticulada por la Policía, aunque no hubo detenidos. Las primeras informaciones aseguran que a la convocatoria asistieron personas de distintas localidades de la región.
El otro encuentro que disparó la polémica en las últimas horas se registró en la localidad de Las Rosas. Allí, un grupo de chicos ingresó a una fábrica y depósito de ataúdes, y se tomó fotografías las cuales fueron compartidas en las redes sociales.
Pablo Amadei, periodista de Las Rosas, contó que las fiestas clandestinas se repiten de manera recurrente. "Los jóvenes utilizan campos, casas particulares, comercios y galpones para reunirse", aseguró.
"En este caso fue una fábrica de ataúdes. Si bien al principio se trato de un evento autoconvocado, comenzaron a llegar más personas y llegaron a 90 jóvenes tomando y escuchando música", comentó.
Los vecinos hicieron la denuncia telefónica, la Policía llegó y desarticuló la fiesta clandestina, en el marco de la prohibición por la pandemia del coronavirus.