El último sábado, minutos después de las 22, la policía irrumpió en una obra de teatro que se estaba llevando adelante en el Chalet Scopinaro, hoy propiedad de la Asociación Civil Los Herejes. Habían sido llamados por un vecino que vio movimientos raros y pensó que era una tentativa de robo, pero en realidad todo era parte de una obra de teatro que se estaba ejecutando.
Quien habló del hecho fue el directo Andrés Brarda, quien para la obra El juego, cuando la realidad supera la ficción, estaba encargado de la técnica.
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Según contó, todavía algo nervioso, habían pasado apenas unos minutos desde que había empezado la obra cuando se dio la interrupción. Momentos antes, cuatro actores habían ejecutado la primera escena, que consistía en merodear el chalet con linternas y entrar por una puerta lateral. Las ventanas estaban tapadas con papel de diario. Y quien vio la escena muy desprevenido pensó que era un robo y llamó a la policía.
"Entonces golpearon la puerta y cuando abrí había cuatro efectivos apuntándome con un arma. Me gritaron que ponga las manos hacia atrás y me pusieron contra la pared. En la sala de al lado se estaba haciendo la obra y yo trataba de explicar, pero no me entendían", dijo Brarda.
Entonces un policía abrió suavemente la puerta que conecta a la sala principal y pudo ver al público y los actores. Hizo una seña con la mano y dijo que sí, que era una obra de teatro.
"Sigan, les dije yo. Pero en ese momento no pensé que tendría que haber parado todo. El público pensó que la policía era parte de la obra, una escena", bromeó.