El sujeto reside sobre la calle Catamarca al 300 de la vecina localidad, en compañía de su padre Silverio (86). En frente vive Alesio Ojeda, y desde su vivienda vuelan diferentes objetos con destino al domicilio de Videla.
El hombre damnificado narró que el conflicto comenzó luego de que reclamara a la mujer de su vecino por el accionar de sus caballos, los cuales frecuentemente se encontraban pastando y defecando sobre su vereda. "Empezó la guerra. Me bombardean a piedrazos todos los días", contó Videla.
Ante los ataques, el habitante de Pasco que decidió colocar rejas y cámaras de seguridad, elementos que costaron respectivamente $45.000 y $44.000, y que instaló en su celular un acceso a las imágenes, con la finalidad de ver si sus vecinos se encuentran o no a la hora de decidir salir a la vereda.
Finalmente, Videla realizó varias denuncias a la policía local referentes a los sucesos que atraviesa, la última de ellas el pasado domingo 7 de febrero.