Macarena del Valle Herrera es una madre con un pedido desesperado. Su exmarido se llevó a escondidas a la hija que tienen en común a Santiago del Estero en 2017 y le impide todo tipo de comunicación. La mujer está desesperada porque no encuentra soluciones en la justicia, ni la de Villa María, ni la de Santiago del Estero.
Madre pide ver a su hija y el padre se lo impide
Macarena del Valle contó que su exmarido se llevó a escondidas a su hija a Santiago del Estero y no le permite tener ninguna comunicación.
En un entrevista con Villa María Ya, Macarena contó el calvario que está viviendo desde que se separó su marido, cuando ambos vivían en Pozo del Molle. Tras haber finalizado la unión, la tenencia quedó compartida, pero el hombre prácticamente secuestró a la niña a base de mentiras.
Según narró la víctima, el sujeto le pidió prestado el DNI de la menor para llevarla al médico. Pero no fue así, vendió todo y se tomó un colectivo a Santiago del Estero. La pequeña Génesis, de sólo 7 años quedó como un motín del padre.
Después de eso empezó una lucha judicial en la que la mujer tuvo que moverse de fiscalía en fiscalía para que la escuchen. Nadie le hizo caso. Cuando pudo viajar a Santiago del Estero citó en tres oportunidades al padre para que se presente. Nunca fue. Se tuvo que volver a Villa María y contratar un abogado. En Santiago no le hacían caso y le decían que "no podemos hacer nada".
Acá no obtuvo mejores respuestas. Y entre vuelta y vuelta ya pasaron casi tres años. Cuando consiguió un hisopado y un permiso para viajar a ver a la pequeña fue hasta la provincia norteña. Con mucho esfuerzo logró verla dos días, y todo esto después de meses de no tener contacto ya que el padre le sacó el teléfono que la madre le había regalado para que se contactaran.
"Mamá yo quiero irme, pero papá no me deja. Mi papá se va matar si me voy con vos", cuenta Macarena que le dijo la nena en un audio de whatsapp. Después de esto, el hombre bloqueó el número y se desprendió del celular. Pasaron seis meses hasta que se puedo dar el viaje.
La mujer tuvo que pagar su hisopado y el de un chofer, además de la nafta. Finalmente pudo arribar al pueblo donde vive la niña bajo la custodia del padre, Colonia San Juan FIgueroa, dentro del departamento Caspi Corral.
"Disfruté cada momento con mi hija. La nena sabía que me iba y empezó a llorar. La grabé despidiéndose de mí", contó la mamá, que le dejó una tablet para que se comunique. "Ella no sabe leer, ni escribir su nombre, ni las vocales, ni cepillarse los dientes. No tiene más muelas. Eso no es ser padre, dice que es pero no la cuida, no le enseña nada. Las maestras ¿que hacen que no denuncian? Mi nena me pedía que le enseñe a escribir su nombre. No sé qué hacer", dijo entre lágrimas la mujer.
La justicia nunca determinó nada y la tenencia es compartida. Pero el padre no respetó las vacaciones, se la llevó sin consultar y cambió la dirección para que la madre no la encuentre; puso todas las trabas posibles para que la mujer no vea a su hija; dijo que la madre traía el covid para que no la dejen entrar a Santiago del Estero; amenazó con matarse si se llevan a la pequeña; no asistió a ninguna de las audiencias a las que fue citado. Pero la justicia dice que no puede hacer nada. La situación es extremadamente desesperante.